Prologo
Era el año 1423, los
hypsters empezaron a hablar latín, con el único fundamento de que era más cool;
el teocentrismo se estaba sustituyendo poco a poco por el antropocentrismo; la
gente era más feliz, y aquellos oscuros tiempos de la edad media, se iban
quedando atrás, dando paso a un mundo discretamente más tolerante, a lo que
ciencia y cultura se refiere.
Los ciudadanos medios
al no tener un conocimiento cultural muy elevado, ignoraban estos datos por
completo, pero se notaban más prósperos y felices.
Un amanecer gris y
lluvioso despierta a la renacentista y hermosa ciudad de Vitoria, estamos en
primavera, la ligera lluvia es un poco molesta, pero el frescor matinal y la
casi inexistente brisa da al amanecer, es un encanto que no todos son capaces
de apreciar.
A las afueras de las
murallas en una humilde casita familiar, al lado del no tan reputado barrio de
gitanos, apreciado por todos, bueno, gentil, atractivo, musculoso, deseado por
mujeres y envidiado por muchos otros hombres; se levanta con cierto desanimo un
joven llamado Will, de la familia de los Pen, luciendo orgullosamente su
segundo apellido As, empezaba otro día mas, con la única motivación de ser un
poco más viejo.
Su hermano adoptivo,
San, de la casa Wich, mas perezoso aún, no se había despejado lo suficiente, y
tambaleándose cual zombi se dirigió la mesa, donde Will estaba desayunando y ya
preparado para irse.
San se sentó en frente
suyo sin pronunciar palabra. Tras varios minutos de silencio mutuo el hermano
mayor Will, manteniendo el mismo silencio característico de aquella mañana, se
alzo, paso al lado de San, y se dispuso a abrir la puerta.
Justo antes de que
esta se cerrase Will se dispuso a decir las primeras palabras tras despertar:
-Eres adoptado
Y antes de que San
pudiera contestar, la puerta se cerró fríamente sin dar tiempo a ninguna
defensa.
Era una convivencia
perfecta.
Nuestro atractivo
amigo, se dirigía a su trabajo; un pequeño castillo a las afueras de la ciudad,
donde ejercía de baxtais.
El castillo estaba bien
fortificado a pesar de no ser muy grande, y allí vivía una adinerada familia de
nobles, los dueños del mismo eran, un viudo noble, al que le apasionaba la idea
de que algún día, la tecnología llegue al punto en el que el ser humano pueda
viajar en una maquina a raíles propulsada por vapor, y más tarde por energía
eléctrica; y su hijo, un joven astuto que tenía a gran parte de la ciudad
controlada, gracias a sus trucos de espionaje.
El joven noble se hallaba,
en esos momentos, embaucado en sus pensamientos, cuando, de repente, un portazo
le hizo centrar toda su atención en la puerta de entrada a sus aposentos.
En la puerta, fatigado,
un hombre delgado, con aspecto señorial y orgulloso a pesar de su tez
blanquecina como la nieve y delgada cara, que en cualquier otra persona abria
sido símbolo de desnutrición y enfermedad; le dijo:
-¡Mi señor! Traigo
noticias de Vioria. Se han hartado de usted, y por temor a sus conocimientos se
van a disponer a atacar.
-¡Tranquilícese Gork
de la casa Iurdales!¡Que ha pasado!¡cuéntame!
-Van a enviar al
comandante Marraco, junto a sus hombres de confianza y un grupo de mercenarios.
Planean atacar hoy al anochecer sin previo aviso.
-Ya veo ya…planean
atacar con un grupo de mercenarios para así fingir que el ataque no tiene nada
que ver con ellos…Se libran de mi y como combo doble podrán ejercer arrestos a
supuestos delincuentes penándoles por lo ocurrido…
¿Sabes que señor Iurdiales?
Reza para que esta noche llueva!
Mientras tanto will se
dirigía al humilde castillo de Masetu sin imaginar que auqel día, tal vez no
fuera otro día más.
Continuara…o no.
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